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Nuevo Hándicap mundial

Desde el 1º de enero de 2020 se unificarán los criterios en todo el planeta para el cálculo del hándicap; se busca de un golf más moderno, accesible e inclusivo

El golf sigue transformándose para adaptarse a los nuevos tiempos. Desde siempre fue respetuoso de la tradición, pero en los últimos diez años aceleró una batería de medidas clave para sacar más provecho de su encanto como deporte. La fórmula es clara: quedarse con lo mejor de la disciplina y modificar lo que se considera obsoleto o que no cuaja con la realización deportiva de sus jugadores, tanto aficionados como profesionales. Al fin y al cabo, se trata de lograr cada vez mayores adeptos en todo el mundo, más allá de usufructuar íconos marketineros como Tiger Woods –el rostro de este deporte en Estados Unidos- o el norirlandés Rory McIlroy, el emblema europeo y último ganador de la FedEx Cup. 

Así, en poco tiempo más se hará realidad una de las iniciativas más ambiciosas: la puesta en marcha a partir de 2020 del Sistema de Hándicap Mundial, orientado a todos los golfistas y diseñado con el fin de lograr un golf más moderno, accesible e inclusivo. Lo primero para apuntar es que no cambiará la manera en que se practique el golf, pero lo hará más entretenido, con características que permitirán jugar de manera más igualitaria. Es la chance de que los golfistas de diferentes capacidades, géneros y nacionalidades trasladen su índice de hándicap a cualquier campo alrededor del mundo y compitan de manera más justa.

Básicamente, lo que se hizo fue unificar el cálculo del hándicap después de extensas consultas y reuniones con las seis autoridades de hándicap preexistentes: Golf Australia, el Consejo de Sindicatos Nacionales de Golf en Gran Bretaña e Irlanda (CONGU), la Asociación Europea de Golf (EGA), la Asociación Sudafricana de Golf (SAGA), la Asociación Argentina de Golf (AAG) y la USGA. La Asociación de Golf de Japón y Golf Canadá también participaron activamente en el desarrollo del nuevo sistema. Ahora, la administración de este sistema único quedará bajo la órbita de las entidades rectoras a nivel mundial, The R&A y la USGA.

Pero antes de entrar en los entretelones de su creación, conviene desgranar los detalles del nuevo Sistema de Hándicap Mundial (World Handicap System) con un resumen que confeccionó el siempre interesante sitio español www.ten-golf.com:

– Los resultados previos de los jugadores se conservarán y, cuando sea posible, se utilizarán para calcular el hándicap según el nuevo formato. Para la mayoría de los jugadores, sus hándicaps cambiarán sólo un poco, ya que provendrán de sistemas que generalmente son similares a los WHS.

– La calificación del campo indica la dificultad de un recorrido de golf para un jugador con hándicap 0. El slope (patrón de curva) está relacionado con esa calificación y proporciona los golpes necesarios para jugar en las mismas condiciones que el golfista con hándicap 0 para un conjunto específico de tees. Las calificaciones de las canchas y los slopes permiten que los hándicaps de los golfistas se puedan trasladar de unos campos a otros, de país a país.

–Bases del cálculo del hándicap: Para alentar a los nuevos golfistas a jugar, las asociaciones nacionales pueden establecer la cantidad mínima de hoyos que deben presentarse para obtener un hándicap. Se recomienda que el número mínimo sea 54, en cualquier combinación de rondas de nueve o 18 hoyos. Bajo el nuevo sistema, el hándicap máximo que se puede otorgar a un jugador de cualquier género es 54.0.

–Qué resultados se aceptan con el nuevo hándicap: Todos los jugadores deben enviar resultados obtenidos en formato individual y Stableford de las competiciones por golpes (stroke-play). Las asociaciones nacionales tienen discreción dentro de su jurisdicción para decidir si se pueden presentar otros formatos de juego aceptables para el hándicap, por ejemplo, una ronda fuera de un torneo. Esto les da a los jugadores la oportunidad de enviar resultados y evidenciar su capacidad potencial.

–Resultado máximo de un hoyo: será el doble bogey neto. Los golfistas de todos los niveles obtendrán ocasionalmente una alta puntuación en un hoyo, lo que no refleja su potencial. Bajo el nuevo sistema, la puntuación máxima por hoyo se limitará a doble bogey, que es el equivalente a cero puntos en el formato de Stableford.

–Ajuste de condiciones meteorológicas: El golf es un deporte al aire libre y no siempre se juega en condiciones ideales. El nuevo sistema considerará el estado del campo y las condiciones meteorológicas en el rendimiento de cada golfista. Estos ajustes serán conservadores y solo se realizarán cuando haya evidencia clara de que se justifique un retoque.

–Bases del cálculo del hándicap: Se hará una media con los mejores 8 de los 20 resultados más recientes de un jugador. De esta manera, se proporcionará un buen indicador de su capacidad potencial. Así, una pérdida temporal del rendimiento no debería conducir automáticamente a un aumento excesivo del hándicap.

Para The R&A y la USGA significó una tarea conjunta de muchos años de elaboración y que requirió de un esfuerzo importante. No solo en cuanto a la decisión política para instrumentarlo en el mundo entero; implicó además consensuar entre todos los países con sistemas de hándicap propios. Primó la vocación de aceptar un cambio y de apostar a un formato unificado, con lo que se extrajeron ideas de todos los sistemas vigentes. Todos tenían un aporte posible para el sistema nuevo y, luego del desarrollo inicial, se pasó al know-how de los matemáticos y estadísticos, quienes les dieron forma a los algoritmos y a cómo reconvertir en números las ideas que se habían plasmado.

Las organizaciones rectoras del golf mundial efectuaron una inversión considerable de cientos de miles de dólares y luego se inició el testeo del sistema, para posteriormente divulgarlo a través de foros en todos los países donde se pensaba que iba a tener rápida aceptación. Cuando todavía ocupaba el cargo de director ejecutivo de la AAG, Mark Lawrie participó activamente del proyecto del WHS: “Uno de los temas centrales era lo que representaba el hándicap como ingreso para muchas federaciones del mundo. Esta iniciativa iba a impactar en las asociaciones que utilizan la herramienta del hándicap como mecanismo de generación de ingresos, con el objetivo de llevar adelante todas sus actividades. Por eso, hubo que ser cuidadosos en que los costos no se trasladaran de manera inmanejable hacia las asociaciones nacionales”.

Para tratar de consensuar sistemas que originalmente eran bastantes distintos, se confeccionó un menú de diez alternativas y la idea fue que cada asociación pudiera tildar no menos de seis o siete casilleros con los que estaría de acuerdo. Ese formato fue lo que terminó dando a luz este sistema unificado. Pero no resultó fácil, consistió en un proceso complejo porque los sistemas de cada país tenían muchos años en vigencia. En sentido contrario, también era una cuestión intrincada para el golf australiano, que había impuesto un sistema de hándicap propio muy recientemente. Entonces, para los dirigentes un nuevo cambio implicaba involucrarse en un tema político “delicado”.

Lawrie, que desde hace unos años se desempeña como director The R&A para Latinoamérica y el Caribe, subrayó la importancia de que el Sistema de Handicap Mundial sea controlado por las dos entidades rectoras: “Al ser administrado el WHS por The R&A y la USGA, al mismo tiempo queda en manos de organizaciones con conocimiento de gestión y, sobre todo, capacidad económica. Es un sustento fundamental para ir adecuando y ajustando algunos imponderables que vayan surgiendo a través de sus especialistas”.

La Asociación Argentina de Golf ha hecho en estos últimos años un gran trabajo con vistas al World Handicap System. Por empezar, al igual que en Uruguay, debió recalificar todas sus canchas, tarea nada sencilla dada la cantidad de campos afiliados que tiene y su gran extensión territorial. Paul Feeney, Consejero Titular de la AAG, fue el nexo argentino frente a los equipos de trabajo liderados por The R&A y la USGA, y desarrolló una labor muy destacada. Lo mismo debe decirse de los grupos calificadores de canchas, que durante meses visitaron clubes a lo largo y ancho del país.

Será un cambio importante el que vendrá a partir del 1° de enero con el World Handicap System, especialmente para Argentina y Uruguay. “Deberemos incorporar conceptos hasta ahora inéditos como el Slope Rating, el Course Rating, el Control Equitativo de Golpes, etc. Pero, fundamentalmente, entender que no contaremos más con un hándicap tal como lo conocemos hoy en día”, comenta Velio Spano, también con un paso reciente como director ejecutivo de la Asociación Argentina de golf.

Habrá un index hándicap (un número con un decimal) que se ajustará luego a un hándicap de juego, dependiendo de la cancha y de los sitios de salidas que se opten jugar. Este index hándicap tendrá validez universal y será portable para ser utilizado en cualquier cancha del mundo. “Es importante tener en cuenta que Argentina (y por añadidura Uruguay) son los únicos países que hasta entonces no habían adoptado el index hándicap”, acota Spano.

El actual director deportivo del Cantegril Country Club de Uruguay es optimista: “El sistema, si bien pueda tener un proceso de implementación algo traumático, me animo a decir que será ya en el corto plazo muy positivo por varias razones. Por empezar, les permitirá a los jugadores jugar con un hándicap acorde con sus habilidades. La revisión y el ajuste del hándicap se harán diariamente. El tope del index hándicap será de 54.0 (hoy el handicap máximo es 36) lo que hará que muchos jugadores puedan, quizás por primera vez, disfrutar de un score neto bajo. Se incorporarán nuevas modalidades de juego con validez para hándicap, al igual que las vueltas de práctica”.  

El amplio apoyo al WHS se expresó en una encuesta internacional de 52.000 golfistas, con un 76% a favor del nuevo sistema y un 22% adicional que dijo que estaba dispuesto a considerar sus beneficios. También se llevaron a cabo grupos de enfoque en diferentes regiones del mundo para obtener comentarios detallados sobre sus características. Desde una visión global, Lawrie concluye: “Es un paso adelante para el golf amateur mundial, nos pone a todos en un pie de igualdad y va a simplificar en gran medida algunas situaciones desprolijas que se daban cuando se trataba de utilizar hándicaps como medida de acceso a torneos de importancia alrededor del mundo, con hándicaps que quizás se ponderaban y se daban de distintas maneras”.

 

Gentileza GolfMagazine Media Group (GMMG)

Author: Super User

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